El caso de Jeffrey Epstein volvió a ver la luz, no solo porque la organización de ciberactivistas Anonymous divulgó una lista con decenas de nombres que incluyen a ricos y famosos que figuraban en lo que han denominado como “El Pequeños Libro Negro de Jeffrey Epstein”, sino que Netflix lanzó una miniserie documental titulada: “Jeffrey Epstein: asquerosamente rico” que ha sido la cereza del pastel.
“Jeffrey Epstein: asquerosamente rico” pertenece al subgénero del True Crime,
fue dirigida por Lisa Bryant, y cuenta con 4 capítulos. Actualmente, forma parte del contenido más visto de la plataforma de Streaming y mostró, un poco, el modus operandi de este depredador sexual contado desde lo vivido por las víctimas -que relatan qué les sucedió y cómo se sintieron al no recibir una justicia real-, los investigadores, abogados, y apoyado con mucho material de archivo de las coberturas mediáticas y la corrupción del sistema judicial.
Se detalla, que el multimillonario invitaba a las chicas a sus casas, donde les pagaba 200 dólares (200 $) por “masajes”. También inducía a las víctimas para que convencieran a otras amigas suyas de “ganar dinero fácil” e, incluso, que utilizó su fortuna para tapar cada delito y abusar del poder.
Una miniserie documental que pudo dar más
Evidentemente, uno de los temas más resaltantes que toca esta miniserie es la conexión del magnate financiero con el presidente actual de Estados Unidos, Donald Trump, quien una vez calificó a Epstein como “un chico estupendo. Es muy divertido estar con él. Incluso se dice que a él le gustan las mujeres hermosas tanto como a mí, y muchas de ella están entre las más jóvenes”, durante una entrevista, en el año 2002, para New York Magazine.
No obstante, parece que la amistad entre ambos “no duró demasiado”. Y luego de las acusaciones a Epstein por explotación y abuso sexual a “decenas de chicas menores de edad en sus residencias de Manhattan, Nueva York y Palm Beach, en Florida, entre otros lugares” Trump aseguró que se había enfadado con él hace quince años. Sucede pues, que según The Washington Post los dos magnates intentaron comprar la misma mansión en Palm Beach, pero Trump la ganó y después la vendió por más del doble de lo que invirtió en ella. “Esta competencia por la casa significaría el fin de la amistad”.
Por otro lado, la miniserie también nombra a otras figuras de gran poder como: Bill Clinton quien viajó con él en su avión privado, conocido como el “Lolita Express”. Pero, su porta voz señaló: “El presidente Clinton no sabe nada sobre los terribles crímenes de los que Jeffrey Epstein se declaró culpable en Florida hace algunos años o de los que le han sido imputados recientemente en Nueva York (…) No ha hablado con Epstein en más de una década”.
Y, el príncipe Andrés – Duque de York – quien fue acusado por uno de los trabajadores de Epstein de verlo con Virginia Rober, una de las víctimas que confirma lo expuesto en la miniserie, en la isla privada caribeña de Epstein, Little Saint James. Sin duda, el hijo de la reina Isabel II negó los hechos; su ex mujer, Sarah Ferguson, lo defendió públicamente y la fiscalía estadounidense firmó con él un acuerdo de inmunidad para que pudiera desentenderse del caso.
¡El documental te dejará con más dudas de las que te resuelve!
Si pensabas que al ver la miniserie, “Jeffrey Epstein: asquerosamente rico”, entenderías cosas como: ¿Por qué murió? O ¿Cómo un hombre nacido en Brooklyn y formado en la escuela pública se convirtió en no solo multimillonario sino también en una figura tan atractiva para los VIP de los Estados Unidos? Te vas a decepcionar, la falta de originalidad se nota en la manera de exponer la vida de Epstein y como, en varias ocasiones, la información se queda corta.
Este documental, se centra en detallar como era el sistema diseñado por Epstein para reclutar a menores de edad, provenientes en muchos casos de hogares de bajos recursos, para satisfacer, no solo su pedofilia y la de su ex esposa Ghislaine Maxwell, sino también la de los ricos y famosos que lo frecuentaban. Aunque, no muestra, del todo, qué tipo de relaciones mantenía con figuras influyentes, poderosas y tan asquerosamente ricas como él. Y, no deja claro por qué razones no se procesó a Maxwell, quien manifestó que no sabía nada de lo que hacía Epstein.
En otras palabras, detalló como el sistema judicial se dejó corromper por Epstein. Se explica cómo, en el año 2008, se libró de cumplir una larga pena en la cárcel tras firmar un polémico acuerdo de culpabilidad negociado con Alexander Acosta, el actual secretario de Trabajo del gobierno Trump, que le otorgó una pena abreviada de apenas 13 meses. Pero, en el 2017 con el movimiento #MetToo, el caso de este pedófilo, se volvió parte de la primera plana y le costó el puesto de secretario a Acosta, además, habilitó un nuevo proceso legal contra Epstein.
“Realmente expone cómo se quiebra el sistema de justicia estadounidense, que realmente se construyó para obtener poder y ganancias políticas. Queríamos que la gente viera eso y se enojara por eso, y con suerte provocar un cambio”, le dijo Bryant a la revista Entertainment Weekly.
Cabe resaltar, que muchos críticos opinan que “Jeffrey Epstein: asquerosamente rico” no le agregó nada al caso del magnate y solo sirve como compilación de información para las personas que no sabían mucho sobre el caso. Dentro de este orden de ideas, muchos también opinan que la directora, Bryant, quien fue acusada de no cuidar a las testimoniastes, cayó en cierto amarillismo.
Por último, como decíamos “Jeffrey Epstein: asquerosamente rico” no aclara las extrañas circunstancias en las que Epstein apareció ahorcado justo después de firmar un nuevo testamento que hizo imposible resarcir a las víctimas de forma económica, justo antes de ser procesado, evitando una vez más hacer frente a las consecuencias de sus actos.
