Confieso que he amado…
a volcanes, soles y a nevados
rebasando lo debido
más allá de lo inimaginado
en la cúspide de la gloria y el éxtasis
ya sea en el infierno de la depresión
o en el abismo del fracaso…
Ninguna me es ajena
aunque quizás nunca lo sepan
todo hierve y se deshace en mi tristeza
añoranzas de un pasado
confusiones y ensueños de un presente
irrealidades de un futuro ilusorio y utópico.
Aún así, mi amor por mis amores
sigue intacto, prístino, intenso, idealista
soñador, violento y arrebatado,
bendecido y a la vez condenado
a una prisión de carne, hueso y éter
de recuerdos malditos, de falsas y vacuas esperanzas
ensoñaciones perturbadoras y de autoengaño
ilusiones fatuas, memorias crueles e impías
Confieso que he amado…